En la entrada de hoy vengo a hablaros sobre los viajes de Gulliver, obra que realizó Jonathan Swift, quién fue un escritor irlandés nacido el 30 de noviembre de 1667.
El fragmento el cual leímos en clase es el capítulo IV, este trata de unos caballos que cuentan cómo les tratan los humanos, que para ellos no aprecian lo importante que son y no saben valorarles. Los humanos les comparaban con la raza Houyhnhnm que ellos poseian y admiraban más que a los caballos por ser mejores y más fuertes que ellos. El caballo con el que Gulliver habla no llega a entenderle estos conversan de una manera diferente pues ninguno entiende al otro.
Tras la lectura de este fragmento la profesora nos pidió realizar un cuento en el que los animales puedan hablar con las personas.
En una antigua civilización de sapiens sapiens. Para poder dedicarse a la caza, los sapiens, domesticaban lobos los cuales eran perfectas armas para la caza. Para domesticarles les ahogaban en agua y cuando despertasen les podrían domesticar. En un día normal para ellos un lobo el cual fue domesticado emitía sonidos, para ellos eran simples aullidos pero el lobo triste por haber abandonado a una hembra y a sus crías le rogaba por favor que le dejasen ser libre. Los sapiens no lo he entendian por lo que decidieron continuar con su caza. Meses después los sapiens consiguieron desarrollar una emisión de sonidos para que el lobo les entendiese y poder así comunicarse con él.
A veces el problema no es no entender, sino no querer entender...¿Verdad? En realidad no es tan difícil entender cómo se sienten los animales, no hacen falta palabras ¡tantas veces!
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